viernes, 18 de enero de 2013

El sabor de la tumba

Creo que has olvidado el sonido de mi sangre fluyendo. Creo que has olvidado la sinfonía inconclusa que teje mi corazón. Creo que has olvidado tu sonrisa. Creo que te has olvidado en alguna parte.

Hace tiempo lloraste en tu habitación y te cubriste los ojos con los objetos. Esperaste que la vida pasara rápido, pero la vida no pasaba. tenías un agujero en tu pecho que intenté llenar. De sol a sol, como un albañil construyendo la muralla china, intenté cubrir con mi ternura aquel boquerón en tu pecho. Fallé, miserablemente fallé y el abismo que nos separaba se ensanchó. Nos alejamos, como una vez se alejaron los continentes en un grito planetario, así, yo me alejé de ti.

Pero viviamos. Seguíamos respirando. Aunque los años sucedieran uno tras de otro y nuestro cuerpos decayeran, seguimos. Pero nuestras memorias nos juegan trucos y se van a recorrer parajes desconocidos y probar el lujo de otras vistas.Olvidaste. Olvidamos.

Creo que has olvidado nuestros juegos infantiles y esos beso a medio rostro. Creo que has olvidado la  canción que yo entonaba cuando la noche se hacía presente entre nuestros abismos. Creo que has olvidado la fobia que le tengo a la muerte, porque vienes ante mí con esa enorme guadaña. Vienes desnuda y cubierta de espuma, de niebla. Vienes como antaño, con la sonrisa en los ojos. Viene en un sueño, de esos que nos brinda la muerte como prueba de su poderío. Vienes a besarme, a tocarme, a tomar mi último aliento de manera elegante. Vienes desde la sombra de tu existencia a la luz de la mía. Vienes con tu olor a agua de cementerio y flores ponzoñosas a conquistar mi espíritu. Vienes con tu alma festiva a instalar mi último carnaval que solo dejará escombros. ¡Vienes!¡En serio vienes!

Yo, al verte envuelta en la desnudez, lloro. Lloro porque debo hacerlo, porque es un ejercicio recomendable en ciertas circunstancias.

¡¡Moriré hoy!! Es la única explicación posible para esta visita sorpresa y esa sonrisa de oreja a oreja que esboza tu rostro. Moriré hoy, por eso vienes a mí y me haces el amor como si fuese la última vez, como si hubiese sido la primera. Me besas como una promesa que de antemano no se cumplirá. Pero estoy contento, la muerte es la única instancia en la que has demostrado semejante afecto,semejante ternura, semejante amor. Si la muerte es el precio por esta entrega la pago encantado. La desesperación ya no desespera... Te espero.

Soy patético. Por eso se me aparece la muerte vestida de ti y me brinda, aunque yo sepa la imposibilidad de este hecho, una noche contigo.  Yo la acepto encantado, pero sé que beso a la muerte, que la penetro con dulzura, que le susurro las cosas que te fascinan aunque me atraviese ese inefable olor a mierda, ese olor a podrido, ese olor a hogar futuro. En el último quejido todo se apaga. veo tu cara desfigurada por el último orgasmo y veo mi cuerpo desde la altura tirado en la cama, haciendo una mueca, con los ojos clavados en el techo, bien tapado como si nada hubiese pasado, como si no me hubieses visitado. Solo mi corazón ha dejado de latir...



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