viernes, 20 de junio de 2014

Navidad (obra en 5 actos)



Parte 5...

Agazapado. Completamente rodeado y desorientado. Con cientos de armas apuntándole la cabeza, deseosas de vomitar su fuego y abrirle un hueco en el cráneo. Estaba casi sin aliento pero eufórico. Recordaba el rostro de ella y su expresión al verse desnuda, sola, impropia, débil, sin presente y, lo más probable, sin futuro y se tapaba la boca para que la carcajada no explotase. Lo que él hizo no era muy diferente de lo que ella le había hecho a su corazón, a su vida, a su historia: quitarle su mundo y lo único que valía la pena, drenarle la poca sangre que aún le quedaba y dejarlo así, inútil. Estaba satisfecho. Había hecho justicia. - ahora nuestros dolores son equivalentes- pensó.
La noche, más roja que nunca, llamaba a la sangre. La policía intentó que dejase las armas sólo por cortesía, querían una excusa para actuar.



Él se levantó de pronto, no tenía nada que perder y caminando lentamente se dirigió directo a la policía. -¡Deténgase! ¡Arriba las manos! ¡Suelte el arma? – le gritaba el oficial siguiendo el protocolo. Pero él hacía caso omiso a las advertencias y justo antes de llegar a la calle tomó su cuchillo y se cortó la yugular con una frialdad increíble, ningún policía se atrevió a nada, paralizados por algo que les recorría la espina, como si presintieran la presencia de algún demonio que les sonreía., estáticos e impotentes, solo fueron testigos de la sangre que caía a chorros en la calle y aquel cuerpo desgarbado, lánguido, pálido que besaba el suelo como si fuese una pluma. El cuchillo rebotó por el asfalto dejado la sangre impregnada y la muerte, sentada sobre unos cajones, aplaudía la escena a más no poder, el clímax de la obra -¡Sublime!- gritaba excitada.
Los policías histéricos, como retomando su pulso de vida, corrieron a socorrerlo, ahora sentían pena por él, tristeza, misericordia…era tarde…lo único que quedaba en su rostro era una sonrisa tenue que se fue perdiendo con el rigor mortis…los diarios hablaron por años del hecho, con grandes títulos y múltiple investigaciones a la figura del misterioso asesino, entrevista con sus parientes, psiquiatras, testigos. Los medios hablaron por años del hecho, ella nunca más volvió a hablar. 

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empezamos con el final... ¿qué lleva a una persona al extremo?... este cuento está construido desde atrás hacia adelante. pronto publicaré el resto de las entradas y el inicio del cuento... el final de la historia no es lo que importa, si no, el principio...

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