Ahora los profetas me llenan la cabeza con sus
plegarias desesperadas de un fin que se anuncia. Dicen las voces que
la oscuridad nos tragará y escupirá unos días después ya
acabados. Que nuestros espíritus se abrirán hacia algo como un
satélite tratando de sintonizar una señal difusa. Que nos daremos
cuenta que estamos ahorcando el mundo con nuestras manos de acciones
y mercados. Que llegarán los dioses de otros planetas a supervisar
su creación y barrerla de la faz de universo. Dicen...
Dicen los profetas de la baba que nos
tragará el sol en una danza de fuego y terror. Que los mayas,
aquellos agoreros del tiempo, ya lo predijeron en los principios de
la razón. Dicen que los días finales están llegando. Que
moriremos solos. Llenos de remordimiento. Mordiéndonos los labios
hasta sangrar. Dicen que seas bueno, que te reúnas con la familia,
que ames hasta ya no poder ¿por qué ahora? Ama siempre hasta que
tus huesos se calcinen de pasión y puedas ver la aurora de la
belleza sonriendo. Sé bueno, intenta serlo, aunque aveces creas que
de nada sirve y sientas el filo de la traición por la espalda.
Mantén a tu hermano a tu lado, a tu hijo, a tu padre, a tu madre, a
tu abuela aunque los abismos los separen más que unirlos, no los
sueltes.
Dicen tantas cosas los profetas de
las conspiraciones. Sé bueno, deja de engañar, abraza a tu enemigo,
reza, no pares de rezar, lávale las heridas a la madre tierra,
recuerda que tienes corazón. Dicen tantas cosas los oráculos de
matinal, pero todos sabemos que nada pasará. Lo palpamos en nuestras
moléculas viajeras, en nuestras entrañas de cosmos, en nuestras
venas de cometas. Nada pasará. Y luego de unos días todo será como
siempre fue. El abusador soltara el cáliz y abusará. El mentiroso
subirá al estrado y mentira. El violador dejará a su madre, buscará
a su madre en otras y violará. el explotador sacará los billetes de
debajo del colchón, tomará el látigo para incentivar a sus
empleados y explotará. El estafador se olvidará de sus promesas,
dará vuelta su chaqueta y estafará. Todo seguirá como siempre.
Eso dirán los profetas del nuevo
milenio. Pero espera, después vendrá otro final, y otro, y otro. Lo
único que espero es que mis moléculas ebrias viajen por el universo
y se posen en tu boca.
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